El seguimiento de los bosques se planifica para fines específicos, de acuerdo con la información que se obtenga del bosque. Por ejemplo, el monitoreo del ataque de hormigas es un trabajo de gran importancia para comprender los efectos de la plaga en el cultivo forestal y planificar acciones correctivas y preventivas dentro del manejo forestal. Por otro lado, el monitoreo de incendios, otro ejemplo, puede llevarse a cabo para evaluar el alcance de los daños de un incendio forestal, tanto en términos volumétricos como financieros.